Acción terapéutica manual, fundada sobre un conocimiento preciso de la anatomía, la biomecánica y la fisiología del cuerpo humano, para el restablecimiento y la preservación de la salud, así como la prevención de la enfermedad.
Es una disciplina holística desarrollada por el Dr. Andrew Taylor Still a fines del siglo XIX, que propone un enfoque global del individuo, al que entiende como una unidad anatomo-funcional.
El análisis se hace estático y dinámico para poder comparar el comportamiento de las estructuras del cuerpo.
La osteopatía es una medicina manual que toma al cuerpo como un todo. Se basa en la creencia de que todos los sistemas del cuerpo están relacionados y por lo tanto los trastornos en un sistema afectan el funcionamiento de los otros. La osteopatía da solución a la causa del problema.
La sesión de osteopatía es siempre individual, consta de un primer tiempo evaluativo y un segundo tiempo terapéutico. En la primer parte el terapeuta se interesara por el estado de salud general y realizara una serie de preguntas y test para identificar las estructuras que han sufrido perdida de movimiento o estrés mecánico. Una vez identificadas dichas estructuras se aplicaran las técnicas manuales pertinentes para normalizar la función y eliminar los síntomas del paciente.
Por ejemplo, un dolor a nivel dorsal o en un brazo, puede ser el reflejo de una afección visceral, lo que intentamos poner en evidencia durante el diagnóstico osteopático y, de esta forma, tratar la causa real del problema y no tanto el síntoma.
¡En ningún caso! El Osteópata trabaja siempre respetando, mediante el diálogo con el paciente y las distintas evaluaciones, las posibilidades particulares de cada individuo.
El osteópata utiliza un amplio abanico de técnicas osteopáticas para adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente. Desde las técnicas osteopáticas manuales y articulares más tradicionales a las técnicas más sutiles conocidas como la osteopatía craneal y las técnicas viscerales. El osteópata está altamente formado y empleará el mejor enfoque para usted.
Ropa cómoda para poder tratar y evaluar al paciente de la mejor manera posible. Y estudios recientes que tenga el paciente que nos ayude a tener más información.
El dolor es el mecanismo de alerta que posee el cuerpo para avisarnos que algo no está funcionando bien.
El Osteópata analiza la estructura del paciente y examina la función de dicha estructura; el tratamiento Osteopático consiste en armonizar la estructura con la función.
El motivo por el cual da tan buenos resultados es porque busca y resuelve el origen del síntoma. Éste puede ubicarse en cualquier otra parte del cuerpo, aunque a veces es local.
Es muy corriente tratar pacientes con problemas en cervicales, que han sido tratados de este problema y sin embargo su molestia persiste debido a que el tratamiento no ha sido el adecuado. En muchas ocasiones estos problemas se deben a fijaciones viscerales.
- Justo después, a menudo existe una sensación de gran relajación y gran ligereza.
- Seguidamente, la reacción la más frecuente es la fatiga que puede aparecer en los minutos o las horas que siguen la sesión y durar de unas horas hasta dos o tres días.
- Algunas veces, el cansancio es acompañado por la sensación de haber sido apaleado. El paciente puede sentir como dolores difusos, profundos, internos, como después de un gran esfuerzo.
- Estas dos reacciones son consecutivas a la nueva puesta en circulación de las toxinas que estaban estancadas en las zonas de inmovilidad liberadas por la sesión.
- Las toxinas están puestas de nuevo en la circulación y el organismo debe filtrarlas y eliminarlas, por eso es muy importante tomar bastante agua los primeros días.
- Algunas veces, el dolor que llevo al paciente a consultar puede intensificarse durante algunos días.
- Durante los tres días que siguen a una sesión de osteopatía, nada es realmente significativo. Fatiga y dolor pueden ser normales y no indican que la sesión haya sido un fracaso.